lunes, agosto 18, 2014

SENTIMIENTOS PARA LLEVAR

Para Nayeli.

¿Qué me has hecho que en mis noches te imagino, en mi piel te siento y te transpiro, con mi olfato tu esencia percibo? ¿Cuál fue tu hechizo perverso que me hace quererte y desearte aunque estés lejos? ¿Por qué mi necesidad verte todos los días es tan grande, tanto así como decirte lo que siento?

Yo quería establecer un momento cuando empezó todo, el punto exacto en el tiempo donde te comencé a necesitar: desde las primeras charlas por Twitter, cuando nos identificamos en gustos musicales, la primera vez que nos vimos, ese primer beso, lo que le siguieron, las cervezas que se combinaban con nuestra saliva, mis ojos en tus ojos, el sabor de tus labios, Morrissey y The Smiths en nuestros oídos, mi pasión y la tuya unidas entre cuatro paredes. Puede ser uno de esos ejemplos o todos a la vez; lo que sí sé es que, en la oscuridad de mis ojos, ahí estás.

Puedo imaginarme tu voz hablándome, mis manos conquistándote centímetro a centímetro. Hemos logrado desatar pasiones que van más allá del cuerpo, puedes verme en tus sueños y tú atas mi deseo al reino de la imaginación. Escribo esto y quiero abrazarte, quiero hacerte material, anhelo despertar en mi cama y que la luz de la mañana le otorgue a mis ojos la dicha de tu aparición: tu cabello largo y quebrado, tu espalda desnuda, tus hombros tiernos y tus amplias caderas. ¿Quién no quisiera la verdad de tu belleza para que sea parte de la vida misma, para no compartirla con nadie más?

Quisiera saberte mía, no tenerte a cuentagotas; porque lo que vale realmente la pena no puede pertenecerte en parte. Mi imaginación también me ha hecho ver que una vida entre los dos es posible. No sé si son mis ansias de tenerte cerca o el encanto de la idea que la convicción de mis pensamientos se hace fuerte. Te veo a ti afianzada de mi brazo derecho, nos miramos con rayos ópticos que reflejan nuestros sentimientos, mi mano izquierda acaricia tu cuello y nos besamos, como siempre, como nunca, tan delicioso y eterno. No es difícil imaginarlo, si lo intentas.

No sólo eres de belleza y sensibilidad sin igual; también admiro con encanto tu fortaleza para sobreponerte a los obstáculos de la vida. Tu tenacidad para construir un futuro más allá del pasado es algo que me llena de alegría porque algún día he de verlo concreto. ¿Cómo no quererte por lo que logras, por lo que abandonas, por lo que tendrás de recompensa? Podría llenarte de halagos y aún así, no serían suficientes para expresarte el orgullo que me da tu esfuerzo. Aunque sé que tu partida es para materializar tus sueños, mi corazón lamenta tu partida latido a latido.

Nunca es tarde para decir la verdad y sé que, junto con los buenos momentos juntos, cuidarás de estos sentimientos para llevar, mamacita, mi diosa del Vodka, hada perversa, discípula de Morrissey, rival de apalabrados, adoradora de la buena música, quien hace a mi piel vibrar y a mi alma soñar. No deseo que un “te quiero” se vuelva un objeto perecedero ni que mi recuerdo se vuelva un rastro perdido. Sé que el destino que nos separa, algún día nos volverá a reunir y lo imposible se volverá realidad. No me olvides durante el viaje, ni en la distancia, ni en tus sueños, ni en los días por venir cuando sólo nos quede el recuerdo. Déjame aferrarme a ese espacio en el que se conecta tu corazón con el mío, para que extrañarte sea menos pesado y sentirte sea tan necesario.

Esta historia aún no se ha acabado.

Te quiero.

Gerson.