miércoles, enero 18, 2012

ENERO MUSICAL, DÍA 18: Stan Getz and Joao Gilberto - Corcovado

*Disclaimer: Durante el mes de enero, Gerson estará jugando en su blog el famoso meme de Facebook: 30 días, 30 canciones. Los siguientes post serán una mezcla de melodías con anécdotas personales. Participa en los comentarios respondiendo la pregunta de la entrada o comparte tu opinión sobre la rola del día. Por tu atención, mil gracias.

Día 18. Una canción que te gustaría escuchar más frecuentemente. Desde que la Bossa Nova se instauró en mi vida, me ha brindado momentos de felicidad y ensoñación. Fue una avalancha de calor hacia mi corazón, como la brisa tropical que te recibe saliendo de un aeropuerto: cálida bienvenida que aumenta el flujo sanguíneo. He escuchado muchos intérpretes, muchas canciones, muchos covers (varios idiomas) y el sentimiento no se va. Aún ahora que hace algunos años volvieron ciertas canciones con arreglos de will.I.am y Sergio Mendes, se percibían vibrantes, con una pasión inacabable, romanticismo narcótico que cautiva a quien lo escucha, que me cautivó a mí… y todavía lo sigue haciendo.

Me gustaría escucharlo más. En la radio se escucha contadas veces. No siempre salen las canciones en el shuffle (entre 20 GB de material en el iPod, las posibilidades se reducen). Me gustaría que más gente se enamorara tal como yo, pero no todos sienten lo mismo. Al menos, en mi espacio les puedo contar a quien me lea del Getz/Gilberto: el disco que popularizó The Girl From Ipanema, que lanzó al estrellato mundial a Antonio Carlos Jobim, Joao y Astrud Gilberto, que popularizó la Bossa Nova más allá de Brasil, toda una pieza histórica musical en unos cuántos tracks. Hay verdaderas bellezas de canciones, pero aún recuerdo cuando se topó a mí:

La voz de Astrud se acentúa ante tímidas pisadas del piano, una introducción al amor mismo: la quieto de la noche, las estrellas, las guitarras, los sueños y una pletórica estampa que lo mira todo como un Cristo Redentor. Stan Getz nos invita con su saxofón a este mundo que ha dejado atrás su estado de manglar sin perder su lado exótico. Joao Gilberto después canta, con esa tonalidad que alcanza el alma, la reivindicación del amor al encontrar al ser indicado para encarnar a ese sentimiento. Nos enseña cómo se puede partir de la saudade hacia una ternura que se compara con las noches de quietud en Rio de Janeiro, ciudad tropical que se ilumina en la oscuridad: el lugar perfecto para los enamorados.

Corcovado es el nombre del monte que alberga al monumento enorme que caracteriza a la región. La primera vez que escuché la canción me invadieron las ganas de conocer ese lugar que apasionaba a todo mundo a mitad del siglo XX, me imaginé un escenario como el que pintaba “Saludos Amigos!” y al que nos introdujo el loro José Carioca. Algún día he de ir a Rio y pisaré esta tierra del encanto, de donde pertenecen una parte de mis sueños…



Es una de mis rolas favoritas… como si faltara decirlo. =)

¿Qué canción te gustaría escuchar con más frecuencia?

Nos vemos en el futuro.

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