domingo, diciembre 25, 2011

UNA NAVIDAD MATERIAL


Las navidades significativas murieron junto con la mamá de mi mamá. Lo que quedó fue esa versión oficial del mundo de la fecha: regalos, comida y ver a los parientes que hace mucho no ves.

Así, con el sentido religioso a un lado y con el crecimiento en el aspecto profesional me encuentro a mí mismo frente a esos dos factores que determinan la felicidad para muchos oficinistas (renombrados Godínez en Twitter): el aguinaldo y los meses sin intereses. Así, le eché una mano a Santa y me compré cosas que necesitaba y otras que no tanto.

Hace algunos días mi computadora simplemente ya no quiso encender. Fue comprada en octubre de 2004 (como dos semanas después de abrir este blog), en ella hice mi segundo post y había logrado dos resurrecciones, pero ya no pudo más y murió por la patria. Yo quería una Dell, pero desgraciadamente no todas las tiendas departamentales manejan la marca y tener de un solo golpe $9,000 pesos no era una opción inmediata.

Entonces deseché la idea de una computadora y volqué mis esfuerzos a renovar mis aparatos de entretenimiento: le di descanso a mi reproductor DVD y me compré un Blu-ray baratito. Aunque la probé en un televisor de pantalla plana, la imagen era impecable, no le pone pero a casi ninguno de mis discos DVD (excepto a los de región 1) y reproduce los azules con una compresión de imagen increíble... pero me faltaba una pantalla.

Era nochebuena, yo estaba muy cansado y quería dormir un poco antes de arreglarme pero mis papás inisitieron que los acompañara al centro comercial porque querían comprar un refrigerador (otro electrodoméstico que se había descompuesto), yo accedí acompañarlos para ver cómo iba el crédito que había tramitado en cierta tienda departamental. Al hablar con una ejecutiva de Atención a Clientes, me dijero que mi tarjeta había sido aprobada y que en menos de un mes llegaría ami domicio, y que podía hacer uso de una provisional por el día de hoy para ejercer mi crédito. Éste era muy limitado, por lo que difícilmente me alcanzaría para una computadora, entonces pensé en la pantalla.

Mi mamá al ver esto hizo lo de siempre: uso su crédito para ayudarme. Yo casi nunca le he fallado y por eso confía en mí. Busqué y entre todas vi una Notebook Sony VAIO, que si bien no son tan rendidoras como ASUS o Toshiba, la que vi me venía bien, tenía lo que necesitaba y además era de color azul. Con mi crédito yo adquirí una Pantalla LCD y junto con el Blu-Ray que había conseguido días atrás, tenía ya mis autoregalos de Navidad: una oda al consumismo, hedonismo y a la autocomplacencia por 8 meses de trabajo.

Aunque voy a tardar rato en pagar, debo confesarles que soy feliz. Lo único que necesito son mis archivos del CPU (moraleja: HAGAN RESPALDOS), un poco de música y dos que tres complementos que tenía en mi compu viejita. Tengo la pantalla anterior y con un teclado USB podría estar trabajando sin problemas, o bien llevar mi Notebook (bautizada como la Tlaloc-Vaio) a cualquier parte (cosa que veo improbable). Como la vez pasada, estreno equipo con un post, una buena forma de empezar otra nueva etapa más.

Y sí hubo cena, abrazos familiares, fotos... un poco de consumismo no está mal de vez en cuando. ;)

Nos vemos en el futuro.

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