miércoles, septiembre 01, 2010

SEPTIEMBRE OTRA VEZ

En el año menos prolífico de mi vida, tuve en agosto uno de los meses en los que más post escribí en este blog.

Quería hacer un post antes de septiembre, como si quisiera anticipar el que ha sido en los últimos años, el peor mes. Hace tres años pasé por una situación incómoda en un blog conocido, hace dos me llegó un mail donde me negaban una beca y el año pasado, casi al final de mes tuve un día asqueroso, que más tarde terminaría en un fracaso profesional: y en las tres acabé destruido anímicamente. Como en una novela de Carlos Fuentes, septiembre se ha convertido en un mes fatídico, trágico, negro.

Tengo miedo. Creo que ahorita mi vida está peor que en esas tres ocasiones. Todos mis sueños han sucumbido y ya no tengo de dónde hacerme. Intento reconstruir mi vida; pero creo que terminarán antes la ampliación de carriles en la autopista México-Pachuca (que lleva mucho tiempo y dificultades para terminar) que yo con los cimientos del nuevo rumbo. A veces pienso que quizá ya no me queda nada qué perder, pero ¿Uno podrá tentar así al destino?

A veces parece un pecado decir que uno tiene miedo, como si el mundo estuviera lleno de gente valerosa y entregada, tan llena de éxito que los temerosos fuesen una minoría, una paria de leprosos. Recuerdo una práctica en la universidad cuando mi clase fue a Puebla, terminamos en Atlixco, un pueblo hermoso y apacible; había caído la noche. Estaba junto a un par de compañeras muy guapas y que casi ni me pelaban, tuvimos que pasar por un una calle donde el alumbrado público fallaba. Cuál sería mi sorpresa al ver que dos de ellas me tomaron del brazo, explicándome que tenían miedo porque varias veces habían sido asaltadas ¿Debí burlarme de ellas porque expresaron su miedo justificado ante una situación que quizá no tenía peligro? En ese momento no lo hice, las entendí. La burra no era arisca; los palos la hicieron así.

Más allá de cualquier miedo o superstición, han llegado los primeros minutos de septiembre: el mes del bicentenario (junto con todos sus festejos piteros) y del final de temporada del blog. Comenté esta inquietud en twitter y recibí un excelente consejo: “Enfréntalo con huevos”. Sí, no me queda de otra, no me puedo dormir durante un mes hasta que esto pase. Tendré que despertarme para encarar el mañana como venga y al menos hacer mi parte. Mentalizarme que los tres años anteriores fueron una penosa casualidad.

Como el año pasado, sólo hasta el día 30 a las 11:59 con 59 segundos podré festejar… y vaya que lo haré en grande.

Nos vemos en el futuro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Animo!...un mes..una nueva oportunidad

Galleta *_* dijo...

Oiga aqui no mas de metiche :deje el pasado tormentoso atrás acuerdese de cosas buenas es mejor que traer las trajedias :D

Trabaje en el futuro y el consejo que le dieron esta super bueno ahora a aplicarlo.

De cuando en cuando regreso a su blog .

Buena vibra Gerson , piense en positivo .

Atte: su antigua potescucha