domingo, julio 25, 2010

SÁBADO, 9:00 A.M

Eran las nueve de la mañana y caminaba sobre Rio Tiber. El ángel de la independencia estaba enfrente de mí, dándole color a un día nublado y gris. Una capa de smog del tamaño de una cuadra hace que me tape la nariz. Necesitaba cambiar un billete y me compré un atole de arroz. Dí la vuelta hacia el norte por Paseo de la Reforma y pensé: ¡Qué buena peda!

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