jueves, marzo 20, 2008

MI EGO

[De Fondo: Nouvelle Vague - Dancing With Myself]

El ego es un monstruo terrible al que hay que alimentar.

Recuerdo las incontables veces en las que decía en este, mi blog: “Yo escribo para mí, no me importa nada más”. Recuerdo cómo mi amiga Crazy siempre se burlaba de eso, inclusive el Árbol me dijo alguna vez que nosotros estábamos en esto porque estamos deseosos de que nos miren. Yo agregaría que estamos ansiosos por cerrar el círculo de la comunicación, casi como un mensaje en la botella en busca de un destinatario desconocido.

Aún no sé desde cuando comenzó a nacer el ego, mejor dicho, cuando comenzó a crecer de forma exponencial. De verdad les digo que sólo lo puedo adivinar. No sé si se fue desarrollando cuando entré al big blogger, o cuando gente de un gremio que no conocía me empezó a reconocer, o cuando oí mis entrevistas en una emisión de radio o me publicaron mi primer artículo. Quizá debería remontarme al génesis. Al principio era yo.

Para no hacerla más larga de lo que es, durante los primeros seis años de mi vida, todo apreció girar en torno a mí: atención, comida, aprecio, juego, tiempo, amor… todo era mío. Después me enfrenté a un mundo que no era mío, donde lograba algo de al atención que había conseguido de mi familia en los profesores, pero el mundo era demasiado grande y numeroso en personas como para ser asombrado.

De repente asombrar a la gente fue mi deporte favorito durante muchos años. Había queienes creían conocerme y yo hacía algo totalmente distinto para sorprenderlos, quizá así fui alimentando el ego durante ese tiempo. Con esto del Internet llegó un momento en el que invertía grandes cantidades de tiempo discutiendo en un foro, tratando de ganarme reconocimiento con cualquier cosa que yo escribiera.

Después llegue al blog, es tonto pero todavía sigo comparándolo con un terreno para construir una casa, en donde uno elige qué escribir y cómo hacerlo. Al principio era un diario para satisfacerme a mí, mi intención era registrar eventos significativos, escribir de lo que me gustara, de lo que amo, odio y me hace ser quien soy. Me di cuenta que escribía para los demás un día después que leía a mi ex novia, un día después de cortar, cuando temí que leyera lo que en teoría debía ser sólo para mí.

Así he escrito para que me lea gente, a veces pienso en infinitos y a veces en una persona en particular, así varios regalos de cumpleaños han sido post, o he dicho cuánto amo a una persona tan solo con una cuartilla publicada, o he marcado momentos especiales con el ruido de un teclado. Y durante estos años poco a poco mi blog se fue convirtiendo en un templo para mi ego.

Hay veces la vida es tan normal que no pasa nada, a veces no encuentro motivos para escribir algo que sorprendan ni a mí, ya me han dicho que aunque así sea debo escribir. Me he acostumbrado a vivir con el monstruo y a sentirme mal cuando no lo alimento. Quizá el ago en natural en nosotros, pero también el espacio para compartir con personas y sobre todo, para conocerme mejor. Equilibro, otra vez es necesario el equilibrio.

Vanidad de vanidades, todo es vanidad; decía el Predicador.

Nos vemos en el futuro.

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