sábado, julio 14, 2007

LA LEY DE LA COMPENSACIÓN

[De fondo: Groove Armada - Song 4 Mutya]

Poco a poco voy creyendo que una de las leyes de la vida es compensar.

Si uno tiene una vida difícil, como que las circunstancias te compensan con mayor valentía, con capacidad de adaptarte al medio de ser fuerte a las adversidades. Si uno es un consentido, se vuelve uno flojo, malagradecido e inconsciente del valor real de las cosas.

Ahorita mi segunda lectura anti aburrimiento de la oficina es “Dios es Redondo” de Juan Villoro (ese tipo no escribe como habla, sino habla como escribe) y habla sobre las leyes compensatorias de la vida: en específico de los campeones del mundo como Alemania y Argentina.

Alemania venía de dos derrotas en fases finales de mundiales de fucho, y Argentina venía de triunfos dudosos en su país; los dos se enfrentaron a una Holanda que parecía invencible… y ganaron. Porque en la adversidad se hicieron fuertes, tanto como para vencer a un equipo que sólo llenó ojos, pero nunca había ganado campeonatos.

Así, de la misma manera he visto vidas difíciles, como la de mis padres, y que a fuerza de voluntad y ganas y huevos, lograron de hacerse de algo que pueden llamar suyo (miren que en este mundo no podemos atribuirle el posesivo a cualquier cosa). Hay relatos de gente importante que son impactantes y que siguen este mismo patrón; en cambio hay personas, o conjuntos de personas o países que tienen todos los medios para triunfar y por una cosa u otra fallan.

Yo lo intuí desde la primera vez que perdí en la vida. Viviendo en un entorno en donde siempre ganas, al salir al exterior, donde las reglas cambian y te encuentras de repente en el otro lado, en la pérdida. Es como comenzar de cero, no se sabe cómo asimilarla y causa más daño que a alguien que sabe de qué se trata la vida: de ganar y perder.

He intentado por todos los medios resarcir las deficiencias que me causó una vida fácil. La ley de la compensación es clara en ese sentido: ahora mi adaptación a ciertas cosas es mucho más difícil y creo que esta ha sido una temporada en la que me ha tocado perder en varios ámbitos y no puedo negar que eso ha mermado mi confianza.

Alguna vez escuché que se no había que frustrarse ante la derrota, sino valorarla, porque perdiendo se aprende más de uno mismo que ganando.

Y definitivamente he aprendido mucho, pero es mejor aprender acompañado que solo. No saben lo mucho que me han ayudado mis amigos y mi familia a comprender cosas que por mí mismo no he llegado a ver por estar inmerso en ellas. Skene ayer me preguntaba de dónde salía mi fuerza: pues de ellos, así de fácil.

Usando la lógica, si una ley de vida es compensar, creo que los momentos difíciles seguramente serán compensados por otros muchos mejores. =)

Nos vemos en el futuro.

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