jueves, junio 14, 2007

HABLANDO DE VERDADES...

[De Fondo: Yolanda Rayo - Se dice de mi]

Dormí solo cuatro horas, creo que fue más difícil el final que el principio…

Hablando de verdades, creo que pocos nos podemos ver la cara en el espejo, no es porque diga que soy guapo o atractivo (que, siendo modesto, no todas me han hecho el feo), sino que el verse en otras personas es algo que el ser humano no está preparado para hacer.

Creo que por eso no somos dioses…

Como he dicho antes, existe un mundo que puede ser distinto al que nosotros vemos: el de las percepciones. Quizá yo pueda verme buena onda y nada mamón cuando las percepciones de la gente indican lo contrario: que soy un alzado, un mamila, un egocéntrico, clasista o un emo (reyecito ególatra decía mi ex).

Durante mucho tiempo tuve que cargar con esas cosas, de hecho por eso me querían golpear en la escuela. Hoy soy una persona diferente y me sé defender, es raro enterarse de las opiniones que la gente tiene sobre uno, como cuando un tipo de la universidad “había pedido referencias de mi y le dijeron que era un mamón”.

No soy monedita de oro dice la frase esa…

La percepción mía es que soy una persona amable y disponible para todos, que trato de ser buena onda, que soy presumido pero no quiero hacer sentir mal a nadie, no soy mal intencionado, soy honesto, aunque también me encanta ser poser y tengo un ego muy elevado para hablar sobre mi, pero no a un nivel ofensivo para los demás.

No sé, creo que siempre he tenido la curiosidad de saber qué se dice de mí, es casi una necesidad imperiosa, un morbo que pocos entienden y que necesita a veces ser saciado. Sí, debo confesarme curioso (más no chismoso) de esas cosas, afortunadamente ya puedo hacer que no me afecten en la vida.

Creo que por eso no he quitado los comentarios a pesar de que ya nadie comenta (aunque analytics me dice que me visitan 100 personas diarias, 49 de ellas son recurrentes), porque me gusta saber qué opinan de los que escribo, aunque a veces no creo ser capaz de escribir lo suficientemente bien para arrancar un comentario al respecto.

Pero cuando hay ese feedback en el espejo, cuando te reconoces a ti mismo, solo hay de dos sopas: voltear evadiendo la imagen o sonreír. Ya me he evadido muchas veces, pero hoy puedo ver mi imagen y pensar que después de todo, el atreverse ha valido la pena.

Nos vemos en el futuro.

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