[De Fondo: George Harrison - My Sweet Lord]
Mi cabeza tiene tantas cosas…
El trabajo es difícil pero de a poco he podido sacar esas cosas, a veces me gusta creer que Dios se compadece de mí y me da fuerzas de flaqueza. A veces siento que irán hasta mi cubículo y me dirán: “ya deja de hacer eso, que es tu último día”, quizá ese factor miedo de todavía no firmar el contrato para los próximos dos meses me tenga así, o que ya se hayan publicado dos de mis artículos y esté en producción un video en donde colaboré en el guión.
Desde que nací he sido un tipo con suerte, siempre me han tocado tiempos buenos, las oportunidades, todos y todo se me ha facilitado. Creo que eso en vez de resultar positivo me ha vuelto una persona poco competitiva, muy conformista y con poca capacidad de reacción. Creo que por eso he dejado de a poco todas esas cosas que me hacen sentir cómodo, todo por el afán de aprender y de superarme, de conocer mis límites y de saber qué es lo que estoy dispuesto a hacer para conseguir lo que me proponga.
Creo que esa es una percepción generalizada de mí, que soy una persona que no es capaz, creo que eso lo vi en aquel post de la carita feliz. Inclusive varias personas me dijeron que no me creían capaz… muchas personas dudarían que yo pudiera dejar todo por amor, y yo creo que sí soy capaz. Yo sé que nunca fue así, pero de a poco voy descubriendo mis límites, aún así no ha sido fácil, he perdido muchas veces al experimentar las fronteras de mí mismo.
En el proceso he tenido que sacrificar mucho, no sólo la comodidad, sino el hogar mismo. Me alejo de los míos para buscar nuevos rumbos, para buscar afectos que no son espontáneos, que no son naturales, que son más complicados porque te relacionas con gente que no conoces y las dejas entrar en tu vida.
También me he enfrascado en mis letras, en mi pasión que ha dejado más huella. A veces quisiera tener la habilidad de escribir un libro y las ganas de contar una historia, algo que me quite la compulsión de estar escribiendo, que me obligue a la soledad y la concentración para vaciar todo lo que siento y eso, ha llevado un sacrificio consigo.
Y por último, creo que también me he llevado a Dios entre las patas, creo que no soy un buen seguidor de él; porque conozco sus caminos, pero me interesan más los míos. Creo que, después de todo soy un egoísta y no me veré satisfecho hasta que me vea en la cima, junto con mis expectativas, hasta que sea capaz de quitarme lo poco competitivo, lo conformista, lo limitado, lo inexperto, lo dócil, lo perdedor.
Estoy en una encrucijada, de nuevo…
Al menos este fin de semana podré darme un descanso del Internet y de las luces del monitor, del trabajo, de mis adoradas letras, de la música de fondo, de la chorcha que tanto me gusta y que sólo se da aquí, del Messenger, de mis cuates… del mundo. Sólo Dios y yo, creo que yo sé su pregunta y Él sabe mi respuesta. Bueno, al menos podré descansar un poco y regresar a mi camino con más ganas.
Nos vemos en el futuro.
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